Podemos visualizar después de todo lo planteado que, un aspecto importante que tiene que tratar un modelo pedagógico para la educación inicial es la relación entre el educador, el aprendizaje y los niños y niñas, para establecer sus características y niveles de jerarquización. Asimismo debe delimitar qué papel desempeñan los recursos didácticos que se requieren para llevar a cabo su implementación.
Entre las principales tendencias pedagógicas tenemos los modelos tradicionales basados en la transmisión de información, los modelos activos que provienen de la escuela nueva y los modelos actuales que proponen el desarrollo del pensamiento y la creatividad como finalidad de la educación. Hemos paseado por métodos diversos en contextos diferentes, en cuyos casos coinciden en metodologías y programas.
El maestro que asume el reto de innovar en la escuela es aquél que se plantea con más o menos éxito, y con mayor o menor claridad pedagógica y política, la intención de ponerla a tono con las necesidades y expectativas de los niños y su entorno; es aquél que desarrolla estrategias para que sus alumnos aprendan más y mejor, y está atento a su cultura y circunstancia de vida para incorporarlas al proceso de aprendizaje y hacerlo así pertinente.
De ese modo se avanzará hacia la gran meta de los sistemas educativos contemporáneos, que es proporcionar educación para todos, con calidad y equidad, y teniendo como punto de partida al mismo individuo.
Todos seguimos en la búsqueda de una educación de calidad, pertinente, que tenga los elementos básicos para su desarrollo, que haga a las personas capaces de vivir en sociedad.
Para finalizar, creemos que la buena enseñanza necesita, además de las condiciones materiales y simbólicas necesarias, contar con maestros y directivos que den lugar a los aportes y problemas de las familias para que el deseo de enseñar y el de aprender se entrelacen.
Entre las principales tendencias pedagógicas tenemos los modelos tradicionales basados en la transmisión de información, los modelos activos que provienen de la escuela nueva y los modelos actuales que proponen el desarrollo del pensamiento y la creatividad como finalidad de la educación. Hemos paseado por métodos diversos en contextos diferentes, en cuyos casos coinciden en metodologías y programas.
El maestro que asume el reto de innovar en la escuela es aquél que se plantea con más o menos éxito, y con mayor o menor claridad pedagógica y política, la intención de ponerla a tono con las necesidades y expectativas de los niños y su entorno; es aquél que desarrolla estrategias para que sus alumnos aprendan más y mejor, y está atento a su cultura y circunstancia de vida para incorporarlas al proceso de aprendizaje y hacerlo así pertinente.
De ese modo se avanzará hacia la gran meta de los sistemas educativos contemporáneos, que es proporcionar educación para todos, con calidad y equidad, y teniendo como punto de partida al mismo individuo.
Todos seguimos en la búsqueda de una educación de calidad, pertinente, que tenga los elementos básicos para su desarrollo, que haga a las personas capaces de vivir en sociedad.
Para finalizar, creemos que la buena enseñanza necesita, además de las condiciones materiales y simbólicas necesarias, contar con maestros y directivos que den lugar a los aportes y problemas de las familias para que el deseo de enseñar y el de aprender se entrelacen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario